La lluvia está cansada de llover
yo cansado de verla en mi ventana
es como si lavara las promesas
y el goce de vivir y la esperanza
La lluvia que acribilla los silencios
es un telón sin tiempo y sin colores
y a tal punto oscurece los espacios
que puede confundirse con la noche
Ojalá que el sagrado manantial
aburrido suspenda el manso riego
y gracias a la brisa nos seguemos
a la espera del próximo aguacero
Lo extraño es que no sólo llueve afuera
otra lluvia enigmática y sin agua
nos toma de sorpresa/y de sorpresa
llueve en el corazón, llueve en el alma
Bello poema, gracias Mariela y Alejandra por compartirlo
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